sábado, 2 de abril de 2011

'Dejé encerrada a mi compañera...'

Bajo la tensión provocada por el terremoto del 4 de abril, hubo quienes cometieron actos involuntarios, como la siguiente anécdota, ocurrida en un supermercado...

Por Julio César García Ruiz
Estudiante de la Facultad de Ciencias Humanas, de la UABC

Ese día entré a mi turno de trabajo en la tarde, estaba asignado al área de servicio al cliente, recuerdo que llegué como cualquier otro día, tomé mi fondo (dinero), lo guardé en la registradora y me encontré con mi compañera del turno de la mañana; nos pusimos a platicar en lo que me entregaba el departamento.

Recuerdo que estábamos platicando de su hijo, de cómo le hacia maldades y estábamos pegados a la puerta de salida de servicio al cliente, la cual quedaba a unos pasos de la salida de la tienda.

Entonces, de repente sentí que se empezó a mover todo, pero bien leve, y le dije a mi compañera: “Ash, está temblando, ahorita se calma” y cual fue mi sorpresa, que en cuestión de segundos se puso muy fuerte y sólo miraba cómo la multitud de gente se dirigía a las salidas, y entonces yo salí corriendo del departamento, sin importarme nada, y por inercia, cerré la puerta de salida de servicio al cliente, y dejé a mi compañera encerrada.

Y por mi culpa, al rato ella andaba toda histérica, pero ya qué podía hacer...

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