sábado, 17 de abril de 2010

El trágico fin del 'indigente'



(Fotografía de la casa en la que falleció el 'indigente', tomada por Arturo Rojas, estudiante de la facultad de ciencias humanas, de la UABC).

Que la cobertura periodística decida resumir a números fríos, las centenas o miles de víctimas directas de un terremoto, resulta explicable por la falta de espacio para publicar historias de cada uno de los casos, y de equipo humano para reportear.

Pero que en un evento en donde sólo fallecieron dos personas, no conozcamos por lo menos una vaga historia, suena un tanto desconcertante.

La tarde-noche del 4 de abril, al momento del recuento de los daños, el gobernador del estado habló de un 'indigente' a quien le había caído la casa que habitaba. Eso fue lo único que se conoció.

Pero resulta que el indigente no era tal: Testimonios de vecinos, hablan de un forastero que trabajaba en los campos agrícolas del poblado del 'Km. 57', era reservado, y sólo utilizaba el domicilio hoy colapsado, para dormir.

También entre los residentes corre la versión de que la víctima, permaneció con vida minutos después de sufrir golpes producidos por la caída de bloques de adobe y el techo de madera, de la vetusta habitación, y que incluso rechazó ser ayudado.

La historia de uno de los muertos, atribuidos directamente al sismo de las 15.40 horas del 4 de abril de 2010, concluyó cuando personal del Servicio Médico Forense, recogió el cuerpo al mediodía del siguiente día.

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